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jueves, 14 de junio de 2012

Julián Urbina y su película Pequeños Vagos

 Vittorio, Martin y Luis viven encerrados en un apartamento, sus paranoias no les permiten salir a la calle, una de las habitaciones esta en arriendo y es tomada por una mujer que se encarga de formar un cuarteto amoroso, resumido en un noviazgo con los tres hombres, una infidelidad simultánea de una mujer que manipula la ingenuidad de tres hombres enamorados. Una comedia donde el absurdo hace parte de la vida real de los personajes, mas que ficción es... un documento basado en la realidad de los protagonistas. Álvaro Casanova le hace una entrevista al productor de la película.

ALVARO CASANOVA: Pero la historia de pequeños vagos es una historia de tres muchachos que viven solos en un apartamento y luego llega Maria Cecilia Sánchez, ella cambia toda la historia.
JULIÁN URBINA: Lo que pasa es que estos tipos son unos chinos que están recién egresados de la Universidad –se acabaron de graduar- pero les importa un "carajo" su futuro. Los manes están acostumbrados a que los papás les den la plata para todo, entonces se fueron a vivir a un apartamento del que nunca salen, se la pasan solo tomando Whisky, y un amigo de ellos que es interpretado por Javier Gardeazábal es el que les lleva las vainas, es el que les lleva el Whisky para que tomen y una que otra cosa para comer y tienen una habitación para alquilar. Entonces el personaje de Maria Cecilia Sánchez, es una mujer que ellos conocen de su universidad pero que nunca fueron capaces de hablarle, entonces los 3 manes están tragados de esta vieja pero ninguno dice nada y la vieja se aprovecha de ellos y empieza a tener una relación con cada uno de ellos sin que los otros dos se den cuenta, entonces lo que hace la vieja al final es como jugar con ellos y ellos pensando que están cayéndole a esta vieja y la están conquistando, pero no es así.

AC: O sea es casi que una protagonista y antagonista…
JU: Si exactamente, lo que hace es cambiar el personaje. O sea hace que estos personajes en este momento de su vida, cambien por completo la concepción de lo que ellos realmente pensaban para su futuro.

AC: Y lo que hablábamos ahora… ¿cómo fue trabajar con actores amateur y mezclarlos con actores profesionales -que ya conocen como es la cosa-?
JU: Pues todos los que trabajaron como actores que no eran profesionales, eran los 3 protagonistas. Uno era el director de la película, otro era el asistente de dirección de arte y otro era una persona que trajimos de Ecuador (amigos de los que estábamos haciendo la película). Entonces en teoría no eran personas que fueran actores naturales, que no tuvieran que ver con el medio. Sino que eran personas –al menos esta vez- que tenían conocimiento de cine, de cómo hacer escenas, o sea no eran personas totalmente neófitas en el tema, que no tenían ni idea de lo que estaba pasando. …Y sin embargo la combinación de la gente que eran actores profesionales, con estas personas, fue interesante porque de alguna manera eran personajes que estaban diseñados para ser interpretados por las personas que los estaban haciendo. Es decir, el personaje de Carlos Zapata (el director) que se llamaba Martin, es un personaje que de alguna manera es un superego de esta persona. Entonces era muy fácil para él interpretar, porque era como interpretarse a sí mismo, y lo mismo pasaba con los otros dos personajes, con Omar Vega y el ecuatoriano que se llamaba Vitorio. Entonces de alguna manera también se vieron apoyados por el trabajo que ya tenían como actores las personas profesionales que trabajaban con nosotros.

AC: ¿Más o menos en qué fecha salió el largometraje?
JU: Bueno nosotros primero hicimos una proyección especial en el Festival de Cine de Villa de Leyva, en la edición del 2010 apenas terminamos la película. Nosotros la grabamos entre agosto y septiembre.

AC: Se demoraron casi un año…
JU: Más o menos un año entre el rodaje y la finalización de la película. Tuvimos esta proyección –la película tenía un primer corte, no tenía corrección de color ni corrección de audio, no tenía la música final- era una proyección de la película en construcción. Fue muy bueno para nosotros porque ahí conseguimos personas que se interesaron en la película y trabajaron con nosotros en la parte de postproducción, entonces fue bien chévere. Pero o sea la sacamos en salas de cine en Colombia en febrero de este año. Estuvimos una parte de febrero y una parte de marzo de este año.

AC: ¿Y en el exterior han tenido promoción o no?
JU: Lo que pasa es que nosotros tuvimos un acercamiento con un agente de ventas que son las personas que se encargan de mover las películas, usted le entrega la película y esta persona es la encargada de venderla a canales, a exhibidores en otros países, a moverla en diferentes círculos. Pero esta persona nunca trabajó realmente con el proyecto, por eso nosotros lo retomamos y por eso no hemos podido proyectarla en ningún otro país, porque el agente de ventas no cumplió con las expectativas que teníamos, entonces la estamos manejando nosotros.

AC: ¿En relación a la producción hay algo de diseño?
JU: Si claro que sí. Lo que pasa es que la producción audiovisual se me hace que es un campo interesante por ejemplo con mi perfil ¿por qué? Porque yo en la universidad sentí que más que aprender a diseñar productos, objetos y aprender a manipular materiales maderas, plásticos, fibras, metales y todo este tipo de cosas, yo siento que aprendí más fue a desarrollar los proyectos desde un punto de vista más estratégico, o sea cuando uno diseña una cámara, uno tiene que pensar en todos los elementos que están implícitos en este proceso, los usuarios, el contexto, el uso, el mercado, el valor, todo. Entonces en el diseño de la producción, o sea en la producción de la película o cualquier proyecto audiovisual, uno tiene que tener en cuenta todo eso. Y es una ventaja que yo sentí que tenía en comparación con otros productores o personas que estudiaron eso. Entonces eran personas que no pensaron de pronto cuando desarrollaron la película, en las audiencias, en cómo iban a ser los esquemas de mercadeo, que tipo de películas parecidas o en competencias llegaríamos a tener, como iba a ser el sistema de financiamiento, todo. Entonces yo aprendí mucho, porque aprendí la parte técnica (cámaras, luces, etc.) que no conocía pero de alguna manera no me sentí absolutamente perdido ni nada, porque tenía las herramientas intelectuales y de metodología de diseño que me ayudaron mucho en el momento de la producción.

AC: Entonces eso tiene que ver mucho con la experiencia…
JU: Si exactamente, era diseñar un producto no tangible, objetual, de uso como unas gafas o una prenda. Sino más que todo era una experiencia de uso. Todas las películas son experiencias que uno consume, como cuando uno lee una novela. Entonces era de alguna manera diseñar los elementos que generaran una experiencia determinada en el proyecto. Entonces era como eso el diseño de experiencia a través de un proyecto audiovisual.

AC: ¿Dentro de la producción de lo que más aprendió en términos de pensamiento, que fue lo que más le gustó?

JU: Fue como poder el control de muchas variables. Hay una cosa en el diseño no académicamente sino laboralmente apenas salí de la universidad. Vi que era como un problema como personal y es que de alguna manera en la universidad nos enseñan a desarrollar proyectos de una manera muy grande pero cuando en un mundo laboral desarrollando estos proyectos, solo estamos en una etapa muy pequeña del proceso. Entonces normalmente los diseñadores industriales se vuelven personas que se dedican a hacer modelados en 3D, hacer productos P.O.P, a hacer stands y se vuelven  labores... Para eso me meto a hacer un curso técnico de modelado en 3D pero en diseño yo creo que nos enseñan es a pensar y de alguna manera en la película aprendí mucho que la carrera no estaba como en contra, porque yo si tenía nervios, yo nunca había grabado nada en la vida, yo no sé cómo hacer esto. Pero me enfrenté como en los escenarios que nos ponían en la universidad como: hay una problemática y hay que resolverla y estos son los elementos que usted tiene que tener o que tiene que implementar en el desarrollo de la propuesta y eso fue lo que yo hice con la película.
AC: ¿Tiene algún ídolo?
JU: Yo no sé la verdad. Cómo ídolo no.

AC: ¿Pero un maestro o alguien?
JU: Hay proyectos que son muy interesantes y me parece que son personas muy inteligentes en desarrollar los proyectos. Por ejemplo, el potencial que George Lucas desarrolló de Star Wars es una cosa impresionante, porque fue una persona muy hábil y muy inteligente al desarrollar el proyecto audiovisual y trasladarlo a diferentes plataformas de consumo y extender el tiempo de uso de este producto. Si trasferimos una película como si fuera un producto como si fuera una cámara o una revista por ejemplo, usted la ve una vez y ya no la vuelve a ver. De pronto la vuelve a consultar para alguna cosa pero no es un elemento de uso recurrente. Entonces la vida es muy corta, por ejemplo lo que hizo George Lucas con Star Wars fue convertirlo en un elemento que se incrustó en la sociedad, se hizo a la cultura popular. Entonces él no solo hizo la película sino que publicó los guiones como libros, hizo juguetes, y de ahí fue donde saco el dinero para hacer las otras películas. Luego de eso con los años hizo más libros, construyo todo un universo narrativo.

Por ejemplo hay un autor que me parece muy chévere y se llama Henry Jenkins. Que habla de proyectos Cross media y Transmedia, que desarrolla proyectos audiovisuales. No solo dejarlos en la parte audiovisual, en la sala de cine, sino volverlos universos narrativos que se pueden poner en infinidad de plataformas: juegos, cómics, películas, series… en un montón de cosas.
AC: ¿Qué le apasionaría hacer o cómo se ve dentro de unos 5 años?

JU: Yo no sé en dónde estaré en 5 años, pero a mí siempre me ha gustado hacer reír a la gente -la tesis que yo hice en la universidad cuando me gradué eran objetos de risa, objetos que dieran risa en espacios urbanos y espacios públicos-. Yo no sé, en 5 años pues espero poder haber desarrollado más proyectos, o sea ya haberlos hecho y estar desarrollándolos más.
Pero más que eso a mí lo que me interesa es ser una persona que es feliz con lo que hace, o sea no me importa que esté haciendo la producción de un largometraje, o si estoy haciendo la producción de comerciales o cortometrajes, o si estoy dedicado al stand up-comedy que es una cosa que estoy haciendo ya hace un par de años… O sea yo no sé en dónde esté en 5 años, pero lo que sé es que quiero es estar contento y feliz, de resto no me importa nada…

sábado, 12 de mayo de 2012

Los artefactos no tienen politica

¿Tienen política los artefactos? Es una pregunta clave que hace Langdon Winner profesor de Ciencia Política radicado en Nueva York desde 1990, entre cuyos intereses estan la filosofía de la tecnología, la cultura popular norteamericana y las teorías de la sostenibilidad, es conocido por sus artículos y libros sobre ciencia, tecnología y sociedad, además ha trabajado durante varios años en la revista Rolling Stone. Winner se preocupa sobre cómo las personas de hoy se inquietan por la ciencia y la tecnología, a tal punto que en momentos específicos han transformado estructuras sociales determinantes en la sociedad moderna. Vivimos en un mundo absolutamente determinado por la tecnología; Por tal razón la forma como vivimos, vemos, aspiramos, disfrutamos tiene que ver con nuestra relación con las máquinas. Cabe agregar que, la supervivencia de la raza humana ha dependido de su habilidad para hacer frente al entorno natural , los pueblos prehistóricos desarrollaron impresionantes tecnologías para satisfacer las necesidades de la vida. Por ello, desde el Renacimiento hasta el presente es evidente que las máquinas con la aparición de los grandes relojes en las Catedrales, la idea de la Filosofía Mecánica de pensar la naturaleza como una máquina, así como todo el auge de la Mecanización, han sido parte crucial para comprender el mundo social.
Ahora bien, existe una relación inseparable entre la historia tecnológica y la historia política de las sociedades desarrolladas puesto que afectan la distribución relativa del poder, la autoridad y el privilegio del uso de los artefactos, por este motivo, el objeto de este ensayo es mostrar cómo se crea un problema alrededor del uso de la tecnología debido a que afecta directamente la cultura material de una comunidad, pues si bien son las personas quienes tienen cualidades políticas, ha existido siempre la seductora idea que las máquinas, las estructuras y los sistemas puedan catalogarse de políticos pues son formas específicos de autoridad.
Inicialmente los artefactos tienen formas que toman fuerzas sociales y que moldean la sociedad, según lo planteado por Winner: “la tecnología se desarrolla como resultado de una dinámica interna (…) que moldea la sociedad para que ésta se ajuste a sus patrones ” (Winner, 1999). Es decir que en lugar de quedarse en modelos sobre la política de los colectivos sociales, políticas burocráticas, modelos marxistas de luchas de clases, se debería tomar como punto de partida a los artefactos técnicos, donde el diseño se convierta en una forma para que los entienda una comunidad.
Por lo anterior, el que considere que los artefactos no tienen política está equivocado. Por consiguiente lo que importa es la tecnología en sí misma y no tanto el sistema social o económico en el cual está incluida, esto puede verse en los fenómenos técnicos y productivos, que plantean la existencia de una relación directa entre la producción de los objetos y su manufactura, en palabras de Tomas Maldonado, “la técnica está presente tanto en la ejecución de los productos súper estructurales, como en la de los productos estructurales ” (Maldonado, 1977) esto quiere decir que cualquier producto creado por la mano del hombre es un artefacto y en consecuencia se considera a todo artefacto como parte de la cultura material. Lo que en otro orden de cosas serían los presupuestos históricos del denominado diseño industrial los que empiezan a discernir entre lo práctico y lo teórico, lo técnico y lo científico, así entonces los productos cambian su forma según lo indiquen las necesidades de una comunidad. Lo que en palabras de Winner es el carácter político humano el que permea la tecnología y por tanto según el mismo Winner “esta máxima, es la premisa central de una teoría que puede llamarse la Determinación Social de la tecnología –que- tiene evidentemente toda la razón ” (Winner, 1999). Es decir que las prácticas que están detrás del ejercicio del poder, que son consecuencia de la tecnología y muestran como se producen los cambios en la vida social van evolucionando través de la historia. Por lo tanto emergen sujetos o grupos sociales en la práctica que tienen autoridad sobre otros; Según Michel Foucault: “en una sociedad como la nuestra, múltiples relaciones de poder atraviesan, caracterizan, constituyen el cuerpo social ” (Foucault, 1999). Esto implica que una actitud de deconstrucción es inminente y no estamos obligados a seguir una cadena de hechos que parecen naturales, por eso la Revolución China sería un fracaso en el Siglo XIX ya que se puso de relieve que “la práctica es superior al conocimiento ” (Tse-Tung, 1974). Por ello las categorías sociales representan proyecciones sobre el mundo natural. De tal manera que la clasificación de las cosas reproduce un orden social que podemos cambiar. De tal modo la libertad, la justicia y la igualdad de ninguna manera podrían neutralizarse con un discurso escueto, porque es importante ver como se piensa la justificación del uso de las tecnologías; que las personas ponen a su disposición. Sin embargo esto quiere decir que si bien algunas tecnologías son inherentemente políticas eso equivaldría a decir que ciertas razones de necesidad práctica ampliamente aceptadas tienden a empequeñecer otras clases de formas morales o políticas .
Entonces si lo que le da sentido a las palabras es su uso, podríamos desarrollar mediante un juego colectivo con las mismas reglas, llegar a pensar que verdaderamente el sentido a los artefactos o a los sistemas tecnológicos -lo que los hace reales- se lo da su uso, es decir, ya que éstos han modificado significativamente el ejercicio del poder, pretender que los objetos tengan roles activos en la sociedad. Ir más allá de este hecho obvio y discutir que ciertas tecnologías en sí mismas poseen propiedades políticas parece a primera vista, completamente equivocado, como sabemos las personas tienen política, no las cosas, y los roles implicarían entonces escrutar todas las variedades de la vida social para establecer una sociedad justa donde las cosas se relacionan con nosotros y pueden ser catalogadas como verdaderas o falsas, buenas o malas.
Tal como lo plantea Mauricio Nieto: “el Positivismo Lógico y los miembros del Círculo de Viena, agotaron sus esfuerzos por encontrar un criterio que de una vez y para siempre permitiera reconocer el conocimiento genuinamente científico” (Nieto, 2009). Es decir que se puede dividir la forma en que la tecnología se presenta en la historia, la primera es la autoritaria, centrada en el sistema e inmensamente poderosa pero inestable, la otra centrada en el hombre, relativamente débil pero inventiva y durable, que a su vez es la que refleja los intereses del industrialismo. De modo similar ocurre con el funcionalismo y el diseño industrial que se encarga de la proyectacción de nuevos productos pero sin olvidar que el área de intervención del diseño industrial sigue siendo la relativa al proceso formativo de los objetos como elementos estructurantes del ambiente humano, en el cual la materialidad en la realidad del mundo industrializado es imperante.
Para finalizar, no existe ninguna posibilidad de entender cómo funciona la sociedad moderna si no se piensa que la tecnología, las máquinas, los aparatos, los sistemas de transporte, las comunicaciones, la medicina, son parte de nuestra forma de vida de manera inmutable. Así pues las fábricas, los automóviles, el teléfono, la radio, la televisión, los programas espaciales y el poder nuclear han sido fuerzas democratizantes y liberadoras. Lo que hizo la ciencia y la industria fue la mejor garantía de democracia, libertad y justicia social. Es una manera de mitificar la habilidad humana en la búsqueda de las verdaderas fuentes, las fuentes humanas de libertad, justicia e igualdad .

*Ensayo escrito para la clase Historia de la Ciencia en la Universidad de los Andes.