Translate this blog

lunes, 18 de abril de 2011

La Historia de Billegas por Santiago De Francisco

¿Quién no ha llenado o tratado de llenar una alcancía a punta de monedas?
Y ¿monedas de $500? Generalmente las personas decidimos empezar una alcancía porque queremos realizar o cumplir algún deseo, viajar, comprar algo, etc… Pues bueno, la historia de BILLEGAS no es la excepción. Hace unos meses, con mi novia (Alejandra), decidimos empezar a llenar una alcancía, decíamos que con la plata que recogiéramos nos iríamos de viaje a algún lugar. El primer destino era Europa, pero mientras pasaba el tiempo, y el marranito parecía no llenarse (y teniendo en cuenta que ya habíamos decidido la fecha del viaje) empezamos a bajar las expectativas del destino, pensamos en Buenos Aires y finalmente algún destino nacional. Conseguir monedas de $500 se volvía más complicado, en los buses ya no daban monedas, en las tiendas siempre nos decían que ya no tenían, en fin.
Finalmente llegó el día de abrir la alcancía pero para sorpresa mía nuestro marranito, el cual habíamos decorado y bautizado, no debía llevar ni la mitad de lleno. Sin embargo ya llevábamos un buen tiempo recolectando las monedas y queríamos abrir ya, lo que considerábamos nuestros ahorros de aproximadamente un año. Para celebrar este evento, habíamos decidido comprar una nueva alcancía, marranito, el cual decoraríamos y bautizaríamos de la misma forma que el anterior. La desilusión fue tal, que nos quedamos mudos, creo que con la plata que habíamos recogido no nos alcanzaba para un pasaje a melgar. Personalmente yo me sentí un poco decepcionado y agotado, fue mucho tiempo (habíamos perdido la cuenta) y cada moneda que metíamos, alimentaba una falsa ilusión para nosotros. Decidimos que usaríamos la mitad de la plata para ir a comer un día y la otra mitad (esto sonará increíble) la metimos nuevamente en la otra alcancía. Yo me ofrecí a cambiar las monedas, ya que cerca de mi trabajo queda un banco, el cual no revelare su nombre. A la semana siguiente, fui al banco, conociendo de antemano un par de las condiciones que exigen estos establecimientos para hacer dichos cambios. Llegue muy ilusionado, y cuando me acerque a la ventanilla, la señorita cajera me miro con lástima y me dijo: “Con mucho gusto señor, pero déjeme preguntarle, ¿tiene usted su cuenta inscrita en esta sucursal?, porque nosotros no entregamos plata en efectivo cuando son cambios, solo consignamos, y solo lo hacemos a cuentas que están inscritas en la sucursal” Para resumir la historia, la sucursal donde tengo mi cuenta inscrita queda lejos de mi lugar de trabajo y cerca de mi casa, no tiene horarios extendidos y solo cambian monedas en horarios en los que solo podría estar en la oficina. Conclusión, (consejo de la cajera de dicho banco) vaya y las cambia en la tienda de la esquina.
Llame a mi novia (Alejandra) a contarle la noticia y me dijo que podíamos pedirle a alguno de sus padres para que nos cambiaran las monedas, sin embargo había que tomar medidas y de forma urgente. No era posible que unas condiciones chimbas nos fueran a truncar los sueños. Entonces pensamos en hacer un ahorro un poco más sistémico y completamente controlado, íbamos a empezar a ahorrar en billetes. Hicimos el siguiente calculo: si un año tiene 53 semanas, y cada uno de nosotros aportaba $10,000 semanales a la recolecta, al final del año tendríamos un poco más de un millón de pesos. Se nos regocijó el alma y no dando más espera hicimos arreglos y contactos necesarios, y diseñamos el contenedor que consideramos nos iba a ayudar a tener nuestros sueños intactos y lo que posteriormente se iba a convertir en un proyecto bellísimo. Después de una larga espera tuvimos nuestra primera cajita, que llevaba una ranura por donde íbamos a introducir los billetes. Sin embargo, la creatividad no se quedó ahí, y vimos una oportunidad para mostrarle a la gente que el ahorro debería ser una acción sería y controlada, y no una actividad inestable determinada por la suerte y la fortuna (y digo esto porque para que a uno le den una moneda de $500 hay que contar con mucha fortuna). Partimos de la idea que la gente adopta como ritual el hecho de ahorrar para cumplir un sueño, un sueño compartido, individual, a corto o largo plazo; y que este ritual implicaba una acción de sacrificar un poco cada día para al final recoger con creces este ahorro. Y así nació todo, con el slogan de “En billetes rinde más”, quisimos transformar el hábito de ahorro de la gente. Decidimos que era pertinente la creación de unos personajes con los que la gente sintiera afinidad. Afilamos los lápices y empezamos a crear. Ya definidos los personajes vino el tema del nombre, qué nombre podría llevar, cómo identificaríamos esta comunidad de ahorradores que íbamos a conformar. Necesariamente tenía que ser un nombre que jugara un poco con la picardía de nuestro lenguaje, pero, además era un poco más arriesgado porque implicaba unos personajes. Y lo que ahora se ve tan obvio, en ese tiempo nos llevó varias semanas, hasta que un día, exactamente una noche, íbamos a salir a comer y le dije a mi novia: “tenemos que pasar por un cajero porque me quede sin BILLEGAS" Y fue ahí donde se nos ilumino el bombillito de las ideas; BILLEGAS al ser un apellido muy conocido, iba a ser la insignia de nuestra marca, de nuestro proyecto, la familia BILLEGAS, Alcancía de Billetes. Para no confundirnos con la reconocida marca que lleva este apellido por nombre, decidimos que era BILLEGAS con B de Billete, una expresión que no solo explicaba perfectamente lo que queríamos mostrar, sino que con un sutil juego de palabras nos ayudaba a diferenciarnos, de lo que la fonética no.
BILLEGAS es una colección de alcancías, que en forma de personajes, le ayudará a proteger y cuidar su plata, mientras usted modifica y experimenta con un nuevo habito de ahorro. Debajo de cada BILLEGAS encontrará la posibilidad de bautizar a su personaje (al ser todos parte de la familia BILLEGAS, llevarán este como apellido siempre) poner la intención de ahorro y saber desde cuando empezó a ahorrar.
Las alcancías fueron lanzadas el 28 de marzo del presente año y tuvieron muy buena acogida, más de lo que esperábamos. No llevamos mucho tiempo, y sin embargo es tanta la gente que ha creído en el proyecto que nos anima a seguir adelante y a tomarlo más y más enserio. Lo que empezó con una historia sobre los rituales de ahorro, se esta convirtiendo en una de las experiencias de diseño más satisfactorias de nuestras vidas, a la fecha ya tenemos 40 nuevos BILLEGAS, uno de ellos en Italia, uno próximo a viajar a Chile, otro con posibilidades de cumplir el sueño americano. Hemos hecho contactos con gente de diferentes partes del mundo, varias empresas y fundaciones. Por medio de voz a voz, redes sociales y plataformas como este blog, queremos agradecer a todos los que hasta ahora han apoyado este proyecto.
El mensaje es claro: ahorre en BILLEGAS. !En billetes rinde más!
Twitter: @_BILLEGAS_
Esta historia fue escrita por Santiago De Francisco y Alejandra Arce en el año 2011. Así a medida que pase el tiempo BILLEGAS nos contará la experiencia del ahorro de quienes sean unos verdaderos ahorradores...
Entonces no olvide pedir su Billegas! Hay envíos hacia el exterior y envíos nacionales y desde Bogotá los domicilios son completamente gratuitos.

No hay comentarios: